viernes, 31 de julio de 2009

Pachamama

Se acerca el 1º de agosto, tiempo de agradecimiento a la Madre Tierra. El antiguo ritual preincaico sigue vivo en el norte argentino, y se replica en otros puntos del país. El periodista Gabriel Plaza repasa el origen, la filosofía y las características de esta celebración.

Se abre la boca de la tierra y comienza un ritual ancestral. Las copleras cantan con una melodía que se repite como un mantra: “Pachamama santa tierra no me comas todavía...”. Alrededor del pozo se colocan los oferentes que le darán de comer a la tierra. Hay cigarrillos y “yerbao” (mate con alcohol caliente) que se pasa de mano en mano entre los invitados. También hay chicha para beber. La gente se pone de rodillas frente al pozo y le ofrece a la pachamama todos los productos de una buena cosecha: maíz, papas, queso, hojitas de coca, vino y otras preparaciones.
El mes de agosto, es una de las fechas más importantes en el calendario de celebraciones populares en el norte argentino. Cada primero de ese mes, llega el tiempo de agradecimiento a la Pachamama (Madre tierra), un antiguo ritual preincaico, que marca el cierre del ciclo agrario.
Desde la noche anterior se prepara la comida, que se servirá primero en agradecimiento a la pachamama y después recién podrán comer los invitados a la celebración. Las casas se sahumean para espantar las malas energías. Se tira papel picado para que entre la alegría al hogar y se comparte un encuentro con música y comida. La ceremonia comienza a horas muy tempranas. Cerca del medio día empiezan a llegar los invitados del dueño de casa, entre ellos vecinos y compadres.
Luego de los saludos y bienvenidas, llega el momento de la ceremonia. Los dueños de casa se arrodillan en agradecimiento depositando en el pozo hojas de coca, chicha, alcohol y cigarrillos. Luego pasan el resto de los invitados. Al final todos forman una ronda de hermandad alrededor del pozo cantando y bailando. Cuando termina la ceremonia se tapa el pozo, con botellas y una montaña de piedras (formando una apacheta de pirca). Así quedará durante todo el año hasta que llegue el tiempo de volver a agradecer a la Madre Tierra por todo lo brindado durante el año.
La celebración de la Pachamama va más allá de una costumbre folklórica. Existe una profunda raíz filosófica de los pueblos originarios. Este momento tiene que ver con el reconocimiento de la unión entre la cosmogonía andina y la vida cotidiana. Por eso, esta fecha es un tiempo propicio para proteger las casas, negocios, rastrojos, corrales y otros centros de encuentros en la vida de los pueblos del norte andino.
El concepto de Pachamama, forma parte de una identidad indígena privada de individualismo y mezquindad. Por eso, en La Pachamama se invita a otros a ser parte de la ceremonia. Todos forman parte de uno. De hecho el significado que le adjudican a la palabra Pachamama es más amplio. Filosóficamente Pacha es todo, tiempo y espacio, es el Universo y Mama, la madre naturaleza del planeta Tierra.
Pero a la vez PACHAMAMA según los pueblos originarios manifiesta un pensamiento. “Pachamama es la raíz de la Filosofía la Naturaleza Universal (Cósmica). Donde todos somos hermanos en distintos estados. Nosotros estamos unidos a ella, pues somos espíritu energético puro, sin principio ni fin, en dualidad permanente (energía Positiva y Negativa – Macho y Hembra)”.
Dentro de la filosofía de los pueblos originarios, este mes de agosto, la madre tierra abre sus entrañas para generar vida y está muy ligado con la celebración del solsticio (el Año Solar) que comienza a regir a partir del 21 de Junio. La celebración coincide con la vida sencilla en el norte, donde se siguen respetando los ciclos que marca la naturaleza, tanto para sembrar como para cosechar. “Somos cíclicos, donde ningún elemento prescinde del otro, donde todo es uno en la PACHA (Universo). Esto fuimos y somos, como parte de la naturaleza, razón para tener memoria y no olvidar nuestro origen”.
Si se tiene profundo respeto, la celebración de la Pachamama se puede celebrar fuera del ámbito andino. Incluso se realizan diferentes ceremonias (algunas más para turistas y otros más auténticas en casas particulares) en diferentes puntos del país. En cada caso hay elementos que no pueden faltar en la celebración de la Pachamama:
Azúcar: Para atraer la dulzura a los hogares.
Coha y Tola Tola: Protegen de las enfermedades y sustos. Sirve para la limpieza de casa, negocios y haciendas.
Incienso: Sirve para la limpieza de ambientes cargados de negatividad, ahuyenta los malos espíritus y convierte todo lo negativo en positivo.
Papel picado de colores: para que entre alegría a los hogares
Estos mismos elementos se utilizan para sahumear la boca que se abre en la tierra. El pozo se tapa con una manta de color rojo que no será utilizada para otra cosa. Al costado de la boca, donde se amontona la tierra se ponen cigarrillos encendidos con una sola pitada de los participantes. Los cigarrillos simbolizan prosperidad y aluden al mundo material. Existe la creencia que si durante la ceremonia el cigarrillo se consume derechito es porque este va ha ser un año prospero y si se llegase a consumir inclinado, será lo contrario y habrá que tener cuidado.
Otro de los elementos indispensables de toda celebración es la coca, considerada una planta sagrada la cual se vuelva utilizando las dos manos en señal de respeto.
El 1° de agosto es un tiempo de celebración, agradecimiento y recogimiento espiritual. Es sobre todo para el hombre norteño un tiempo de encuentro con la humildad, frente a la grandeza del universo.

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